Rosa Tejada Rascón
Clínica veterinaria Perros y Gatos. C/ Toledo, 71.13003 Ciudad Real
Ponencia presentada en el XI Congreso de Fitoterapia Ciudad de Oviedo (13-15 de abril, 2018).
Resumen publicado en: Bachiller LI, Cayunao CI, Vanaclocha B (Eds.). Actas del XI Congreso de Fitoterapia Ciudad de Oviedo. Oviedo: Sociedad Asturiana de Fitoterapia, 2018. ISBN: 978-84-09-01429-3.
Las infecciones por protozoos son un problema de salud en todo el mundo, y la leishmaniosis es considerada una de las parasitosis más importantes a nivel global. Esta zoonosis está causada por protozoos del género Leishmania, cuya forma amastigote se multiplica en el interior de las células del sistema mononuclear fagocítico de los hospedadores vertebrados. La responsable de la enfermedad en la Cuenca Mediterránea, donde se considera endémica, es la especie de tropismo visceral Leishmania infantum, transmitida principalmente por los insectos vectores Phlebotomus perniciosus y Phlebotomus ariasi, y cuyo reservorio principal es el perro. En la especie canina la enfermedad cursa con una amplia variabilidad de signos clínicos, que van desde lesiones cutáneas de distinto tipo hasta formas más graves con alteraciones viscerales que pueden afectar al hígado, bazo, riñón y médula ósea, entre otros órganos.
El tratamiento actual para esta enfermedad es largo, costoso y no evita que los animales tratados sufran recidivas en algún momento. Estos motivos hacen muy interesante buscar productos alternativos, que contribuyan a mantener un mejor control de la enfermedad. En esa búsqueda Artemisia annua, hierba perteneciente a la familia Asteraceae, ha demostrado poseer propiedades más que beneficiosas. Uno de sus principios activos es artemisinina, una lactona sesquiterpénica que actúa induciendo estrés oxidativo en los parásitos, inhibiendo su crecimiento e induciendo su apoptosis. Es un tratamiento complementario que puede llegar a convertirse en una herramienta de gran ayuda por su fácil aplicación, por la buena aceptación en el paciente y por la falta de efectos secundarios, exceptuando a hembras gestantes durante el primer tercio de gestación.
La progresión de la leishmaniosis viene determinada por la deficiente respuesta inmune de las células, por lo que estimular dicha respuesta celular es fundamental en el control de la enfermedad, y es en este punto donde los beneficios de A. annua son notables, ya que posee flavonoides relacionados con la actividad inmunomoduladora. Respecto a ello, A. annua ha demostrado actividad leishmanicida tanto con el uso de sus hojas como con el extracto de sus semillas.
Mecanismo de acción
- En animales infectados hay una baja frecuencia de CD4, CD8 y células T secretoras de INF-γ. A. annua presenta moléculas en su composición, que poseen mecanismos intrínsecos leishmanicidas.Aumenta la proliferación de linfocitos esplénicos y de ganglios linfáticos. El tratamiento con hojas y semillas de A. annua induce un aumento en la población de CD4 y CD8, es decir, hay una inclinación hacia una respuesta Th1 más efectiva. Estas células son fuente de IFN-γ y son esenciales para la resolución de la leishmaniosis.
• Aumenta la producción de NO (óxido nítrico), por los macrófagos peritoneales; esta producción es dosis dependiente.
• Aumenta los niveles de citoquinas Th1 (INF-γ) y disminuye las Th2 (IL-4, IL-10) de forma dosis dependiente, comprobándose mediante citometría de flujo.
El protocolo habitual para un animal que presenta indicios de padecer leishmaniosis se basa en un análisis completo que incluye hemograma, bioquímica general y proteinograma. El diagnóstico se verifica mediante serología IFI, ELISA o ambos. Para administrar la artemisia se utilizó Tintura madre, o bien, hoja seca pulverizada; actualmente administramos extractos secos normalizados, dos veces al día, fuera del horario de comidas a razón de 1 gr / 10 kg; durante 9 días con intervalo de 7 días sin administración. Este proceso se repite de manera ininterrumpida.
En los casos que se presentan, añadimos artemisia como tratamiento complementario o único en pacientes con diferentes estadios de la enfermedad. Los casos citados siguen el mismo protocolo de administración de artemisa; no obstante, se administran otros tratamientos convencionales, pero en ningún caso fármacos leishmanicidas habituales en el tratamiento de la enfermedad.
Una vez comenzado el protocolo terapéutico hacemos seguimiento del animal al mes, tres meses, seis meses y después anualmente. Para ello, se realiza analítica completa y proteinograma. En determinados casos se ha llevado a cabo una punción ecoguiada de bazo para realizar PCR cuantitativa.
Actualmente los animales en tratamiento con A. annua se han incluido en un grupo de estudio para valorar su monitorización mediante una batería de análisis realizados en el Laboratorio LeishmanCeres (Facultad de Veterinaria de Cáceres), entidad con certificado de cumplimiento de Buenas Prácticas de Laboratorio por parte de la AEMPS del Ministerio de Sanidad:
- Análisis inmunológico para determinación de anticuerpos en sangre mediante la técnica inmunoenzimática ELISA frente a antígeno total soluble (SLA) y frente a la proteína recombinante PQ de Leishmania infantum.
- Análisis molecular para la cuantificación de la carga parásita mediante el método de PCR a tiempo real (qPCR) en muestras de sangre, pelo e hisopado (cerumen, conjuntival o lesión dérmica).
Los resultados obtenidos hasta el momento son muy satisfactorios y confirman la evolución clínica positiva de los animales tratados.
Bibliografía
Belinchón-Lorenzo S, Iniesta V, Parejo JC, Fernández-Cotrina J, Muñoz-Madrid R, Soto M, Alonso C, Gómez Nieto LC. Detection of Leishmania infantum kinetoplast minicircle DNA by Real Time PCR in hair of dogs with leishmaniosis. Vet Parasitol. 2013 Feb 18; 192 (1-3):43-50.
Bibliografía: Soto M, Requena JM, Quijada L, Alonso C. Multicomponent chimeric antigen for serodiagnosis of canine visceral leishmaniasis. J Clin Microbiol. 1998 Jan; 36(1):58-63.
Tejada R. Artemisia annua contra la leishmaniosis canina: cuatro casos clínicos. Revista de Fitoterapia 2016; 16 (2): 123-129.