Soja. Foto: H. Zell (licencia CC)
En un artículo de revisión se han analizado 22 estudios sobre un total de 80.698 mujeres con antecedentes o en tratamiento de cáncer de mama: once de los estudios se efectuaron con isoflavonas, proteína u otros productos de soja. Tres se centraron en lignanos (compuestos asociados a la fibra presente en semillas, frutos secos, frutas y verduras, que también actúan como fitoestrógenos). Tres estudios se centraron en la enterolactona, un compuesto que se forma en el cuerpo cuando se digieren los lignanos. Tres estudios se realizaron sobre verduras de la familia de las crucíferas, como el brócoli y las coles de Bruselas. Finalmente dos estudios fueron sobre el té verde.
Los investigadores concluyen que hay suficiente evidencia del efecto preventivo de las isoflavonas de soja sobre la recurrencia del cáncer de mama y que, respecto al resto de productos analizados, son necesarios más estudios que analicen las dosis más efectivas y también si tienen un efecto preventivo o curativo.