Resumen de la ponencia. XII Congreso de Fitoterapia Ciudad de Oviedo: 22 a 24 de octubre de 2020
Ana Rosa Jurado López, Instituto Europeo de Sexología, Marbella
En este convulso momento, unos de los temas que genera más curiosidad es el saber de qué forma afecta la pandemia de la COVID19 a las prácticas sexuales y a las relaciones de pareja. Se están llevando a cabo numerosos estudios de investigación en formato encuesta, sobre todo utilizando recursos online, que poco a poco van dando luz a esta cuestión.
Algunos de ellos focalizan la atención en la variación de la prevalencia de disfuncionalidad sexual. Una encuesta realizada en Italia asegura que la frecuencia de encuentros sexuales en pareja ha disminuido, sobre todo durante el confinamiento estricto, pero no por otros motivos que la falta de privacidad o la falta de estímulo psicológico, aludiendo a la relación directa entre la reducción de la sensación de bienestar y la frecuencia sexual.
La idea inicial de que aumentarían las disfunciones sexuales, como la falta de deseo (típicamente relacionada con el sexo femenino) no ha sido corroborada, encontrando los investigadores italianos más bajo deseo sexual en hombres que en mujeres, las cuales declararon no haber sufrido reducción del deseo hasta en el 71,3% de la muestra. En los casos en los cuales decrecía la actividad masturbatoria, si parece que entre las causas se encontraba la falta de privacidad, pero también el bajo deseo, hasta en 34,7% de las personas.
Otros estudios de corte más psicosocial apuntan a las dificultades que específicamente las mujeres han sufrido durante la pandemia, lo cual ha sido reflejo de las anomalías estructurales que históricamente ha generado la cultura patriarcal y que se han puesto aún más en evidencia en esta época de crisis. Durante el confinamiento, la OMS lanzó un documento donde hacía un llamamiento a sus Estados Miembros para que tuvieran en cuenta la perspectiva de género en sus acciones, al constatar, entre otras circunstancias, la sobrecarga de trabajo no remunerado de cuidado que repercutía sobre el sexo femenino, la reducción del acceso a la salud y los derechos sexuales y reproductivos de mujeres y niñas, así como el incremento del riesgo de sufrir violencia por parte de sus maltratadores, con los que estaban encerradas, y a través de las redes sociales.
En este contexto, parece poco probable que la sexualidad de las mujeres no se haya visto afectada durante la pandemia, presentándose en forma de bajo deseo o de otro tipo de disfuncionalidad sexual. El problema es que el abordaje de estas disfunciones, en este contexto, no puede venir exclusivamente de la farmacoterapia, sino que hay que recurrir a una intervención psicosocial y sexológica que lo complementen.
Los productos naturales han mostrado su eficacia como complemento terapéutico a la intervención sexológica, lo cual hace que sean de elección ante determinadas circunstancias, debido además al déficit de medicamentos que hayan demostrado eficacia o estén disponibles.
Referencias bibliográficas
Cito G, Micelli E, Cocci A, Polloni G, Russo GI, Coccia ME, Simoncini T, Carini M, Minervini A, Natali A. The Impact of the COVID-19 Quarantine on Sexual Life in Italy. Urology. 2020 Sep 1:S0090-4295(20)31038-4. doi: 10.1016/j.urology.2020.06.101.
El género y la COVID-19: documento de apoyo. WHO/2019-nCoV/Advocacy_brief/Gender/2020.1
Jurado, A.R., Jouda-Benazouz, M., Mendoza-Huertas, L. and Mendoza, N. (2020) The Use of Natural Products for the Treatment of Female Sexual Dysfunction: A Systematic Review of Randomized Clinical Trials. Advances in Sexual Medicine, 10: 56-69.