XIV Congreso de Fitoterapia Ciudad de Oviedo, 17-19 de mayo de 2024
Baltasar Mayo, Lucía Vázquez, Ana Belén Flórez
Instituto de Productos Lácteos de Asturias, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, IPLA-CSIC, Paseo Río Linares, s/n, 33300-Villaviciosa; Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA), Avenida de Roma s/n, 33011 Oviedo
El consumo regular de soja por las poblaciones asiáticas se relaciona epidemiológicamente con diversos efectos beneficiosos en la salud humana, entre los que cabe destacar una menor incidencia de osteoporosis, enfermedades neurodegenerativas y cardiovasculares, e incluso algunos tipos de cáncer.
La soja contiene muchas sustancias biológicamente activas, pero los efectos beneficios se atribuyen a su contenido en isoflavonas. La estructura química de las isoflavonas se asemeja a la del 17-β-estradiol y, aunque menos potente, estas muestran cierta actividad estrogénica que pudiera influir positivamente en la fisiología celular. Las isoflavonas poseen también un fuerte poder antioxidante y son capaces de inhibir de forma directa la actividad de algunos enzimas celulares. De forma única o colaborativa, todas estas propiedades pudieran ser las responsables de sus efectos en la salud. La microbiota intestinal pudiera jugar también un papel en los efectos de las isoflavonas, ya que, como polifenoles, pueden ejercer una acción antimicrobiana en el intestino e inhibir algunos tipos microbianos perjudiciales. Por otra parte, las isoflavonas se metabolizan en el intestino por constituyentes de la microbiota, generando compuestos inactivos o compuestos más activos, como el equol: el derivado de las isoflavonas con mayor actividad estrogénica y mayor poder antioxidante.
Nuestro grupo de investigación lleva trabajando desde hace tiempo sobre las relaciones recíprocas entre las isoflavonas de la soja y las poblaciones microbianas intestinales. En este sentido, hemos rastreado la evolución de las poblaciones microbianas en heces de un grupo de mujeres a lo largo del tratamiento de la sintomatología de la menopausia con isoflavonas. Hemos determinado también la concentración inhibitoria mínima de las isoflavonas y sus derivados sobre cepas representativas de grupos bacterianos intestinales mayoritarios e indicadores. Evaluamos el metabolismo de las isoflavonas daidzeína y genisteína por aislados intestinales de mujeres productoras de equol. Ensayamos en un modelo de intestino artificial la producción de este compuesto y su variación con la dieta. Finalmente, clonamos y expresamos la maquinaría genética de producción de equol de una bacteria intestinal de la especie Adlercreutzia equolifaciens en Escherichia coli y cepas de bacterias acido-lácticas como Lactococcus lactis y Lacticasebacillus casei.
El conocimiento adquirido a lo largo de estos años contribuye a esclarecer las relaciones entre isoflavonas y microorganismos intestinales y, en último término, pudiera ser de utilidad para extender los efectos beneficiosos del consumo de soja o isoflavonas a la población general, con independencia de los taxones microbianos que cada persona alberga en sus intestinos.