Fruto de H. procumbens. Foto: Roger Culos (licencia CC)
Concepción Navarro Moll, Esperanza Crespo Gil (Departamento de Farmacología, Universidad de Granada). Patrocinada por Salus Floradix España
Resumen de la ponencia presentada en la Jornada de Fitoterapia y salud osteomuscular, Madrid, 14-15 de octubre de 2016
Las partes subterráneas de Harpagophytum procumbens y H. zeyheri han sido empleadas tradicionalmente en el sur de África en el tratamiento de distintas dolencias. A partir de mediados del siglo XX, los estudios realizados sobre esta especie pusieron de manifiesto el efecto beneficiosos de los preparados de harpagofito en diversas afecciones osteomusculares, tales como la artritis reumatoide, artrosis, tendinitis, lumbalgias…, a la vez que se aislaron los principales componentes implicados en su actuación, dentro de los cuales destaca el harpagósido, acompañado por el harpágido, el 8-O-p-cumaroil harpágido, el 8-feruloil harpagido, el procúmbido y otros.
En la actualidad se dispone de abundantes ensayos preclínicos mediante los cuales se han podido establecer algunos de los mecanismos implicados en la actuación antiinflamatoria y analgésica de los extractos de harpagofito y del harpagósido. Así, se sabe que los extractos normalizados de harpagofito, así como el harpagósido, inhiben las COX 1 y 2, enzimas que catalizan la generación de PGs y de TXs, moléculas mediadoras de los procesos inflamatorios; los extractos de harpagofito y el harpagósido disminuyen la producción de óxido nítrico, la expresión de la óxido nítrico sintasa inducible y la actividad del factor nuclear NF-κB, comportándose además como antioxidantes, a lo que se añade el efecto inhibitorio del harpagósido sobre determinadas citocinas proinflamatorias (TNF-α, IL-1β, IL-6 y γ-interferón), reguladoras de un amplio espectro de los procesos inflamatorios implicados en la patogénesis de la artritis. Además, el harpagofito inhibe la activación del factor de transcripción AP-1. El sumatorio de estas actuaciones justifica ampliamente el efecto antiinflamatorio de los preparados de harpagofito, sometidos a numerosos ensayos clínicos de distinta calidad, si bien a partir de ellos se puede concluir que estos fitofármacos, con un contenido en harpagósido comprendido entre 50-100 mg de harpagósido, son efectivos en el tratamiento del dolor en procesos inflamatorios osteomusculares (Cochrane Collaboration, Agencia Europea del Medicamento).
Por otra parte, según los datos procedentes de recientes ensayos in vitro e in vivo, el harpagofito podría ser objeto en el futuro de nuevas indicaciones terapéuticas. Así, además de los resultados prometedores frente al dolor neuropático crónico, se ha podido constatar la actuación positiva del harpágido sobre la diferenciación de los osteoblastos, a la vez que, al igual que el harpagósido suprime la formación de los osteoclastos.Además, el harpagósido inhibe la liberación del mediador inflamatorio RANTES, hecho que podría ser indicativo de su posible utilidad en el tratamiento de afecciones respiratorias.
Y si bien tradicionalmente se ha postulado el empleo del harpagofito como orexígeno, experiencias realizadas en fechas recientes han puesto de manifiesto el efecto supresor del apetito de un extracto de harpagofito, probablemente a través de su actuación sobre el receptor de la grelina.