Manuel Sánchez Fernández, Departamento de Farmacología. Universidad de Oviedo
Resumen de la ponencia presentada en el XII Congreso de Fitoterapia Ciudad de Oviedo, Junio 2022
El envejecimiento constituye un proceso biológico complejo asociado con cambios fenotípicos y funcionales que conduce a la muerte de todos los organismos vivos. La patogénesis del envejecimiento y la longevidad se ha relacionado con una combinación de factores genéticos y ambientales. El seguimiento de un patrón dietético saludable se ha asociado con una mejoría de funciones biológicas y un retardo en la aparición de enfermedades relacionadas con la edad (1). Estudios epidemiológicos y de intervención han relacionado la ingesta de alimentos ricos en poliaminas con una menor morbilidad y mortalidad, postulando a la espermidina como compuesto antienvejecimiento (2). Las poliaminas (putrescina, espermidina y espermina) son compuestos presentes en todas las células desempeñando importantes funciones en el organismo, principalmente en el crecimiento y la proliferación celular, aunque también se han relacionado con el desarrollo de procesos tumorales (3). Sus fuentes son: endógena, por síntesis de novo, y exógena, aportadas por la alimentación y la microbiota.
En base a la posible disminución de poliaminas en el organismo con la edad y a que poblaciones de nonagenarios y centenarios presentan valores elevados de poliaminas, se ha propuesto la suplementación de poliaminas o dietas de contenido rico en las mismas en la prevención de enfermedades relacionadas con la edad. No obstante, no se conocen los valores de poliaminas considerados normales, ni se ha establecido la ingesta diaria de referencia en adultos y su evolución con la edad. Tampoco existen bases de datos del contenido de poliaminas en los alimentos que permita establecer la ingesta, ni en qué medida ésta se ve modificada por la edad de la población, objetivos de nuestra investigación.
Nuestro estudio muestra que el contenido de poliaminas en el organismo disminuye con la edad, hecho observado en células sanguíneas y plasma de sangre periférica. Este hallazgo no se corresponde con la ingesta diaria de poliaminas, ya que aumentan con la edad, asociándose favorablemente con el índice inflamatorio de la dieta, tal como refleja la encuesta nutricional realizada (Vioscreen©). Por lo que variaciones en la síntesis, alteraciones en la absorción y/o capacidad productora de la microbiota podrían estar relacionadas con las variaciones dependientes de la edad. Los alimentos de origen vegetal son la principal fuente dietética de espermidina y putrescina y los de origen animal de espermina y putrescina. Destaca la espirulina, obtenida de microalgas, por su alto contenido en espermidina como posible fuente de suplementación. No obstante, es preciso establecer el impacto de la suplementación sobre los niveles sanguíneos y el rango que garantice la óptima relación beneficio/riesgo.
Referencias: 1. Longo y Anderson. Cell 2022, 185(9): 1455-70. 2. Madeo el al. Aging 2018, 10(8): 2209-11. 3. Damiani et al. Methods in molecular biology (Clifton, NJ) 2018, 1694: 469-88.