Resumen de la ponencia. XII Congreso de Fitoterapia Ciudad de Oviedo: 22 a 24 de octubre de 2020
Paula Saiz de Cos. Bióloga vegetal. Dpto. Técnico/Formación de 100% Natural S.L.
A diario nuestro organismo pone en marcha todos los recursos de que dispone para autorregularse y conseguir el equilibrio, manteniendo una relativa constancia en su composición, propiedades y funciones, es decir, mantener la homeostasis. No obstante, durante la vida, se suceden inevitablemente situaciones que nuestro organismo percibe como amenazantes produciendo una serie de reacciones diversas que se conocen bajo el nombre de estrés: una intensa actividad física (deporte, ejercicio intenso…) y mental (estudio, trabajo…), factores ambientales (frío, calor…), enfermedades (que el paciente percibe como difíciles de sobrellevar), estados emocionales (divorcio, cambio de trabajo, pérdida de seres queridos…) y otras.
La clave para superar el estrés está en la adaptación, y es aquí donde entran en juego las plantas adaptógenas: extractos de plantas que tienen la capacidad de normalizar las funciones del cuerpo y fortalecer los sistemas comprometidos por el estrés. El efecto de los adaptógenos deber ser general y amplio, tiende a ser no específico en sus propiedades y actúa aumentando la resistencia del organismo a un amplio espectro de factores adversos biológicos, químicos y físicos (1, 2).
Numerosas especies vegetales han demostrado cumplir con las condiciones de ser adaptógenas. Las más estudiadas son las raíces de eleuterococo (Eleutherococcus senticosus (Rupr. et Maxim.), rodiola (Rhodiola rosea L), witania o ashwagandha (Withania somnifera (L.) Dunal) y maral (Rhaponticum carthamoides (Willd.) Iljin,), los frutos y semillas de esquisandra (Schizandra chinensis (Turcz.) Baillon) y las hojas de andrographis (Andrographis paniculata (Burm.f.) Wall. ex Nees).
De acuerdo con estudios farmacológicos y clínicos, los adaptógenos estimulan la producción de dos sustancias muy importantes, involucradas en numerosos procesos fisiológicos: el neuropéptido Y (NPY) y la proteína de choque térmico Hsp72 (3, 4).
Múltiples estudios farmacológicos y clínicos confirman que la actividad de estas plantas no es la misma para todos los extractos ni combinaciones y que, aunque en general puede afirmarse que todos presentaron una acción adaptógena, los resultados no son extrapolables de unos productos a otros. Los mejores resultados se han obtenido con productos estandarizados y con evidencia clínica propia (5).
La línea Resiliens® engloba productos a base de adaptógenos creada por el Swedish Herbal Institute (SHI), responsables de la divulgación de los adaptógenos en Europa. El fundador de SHI Georg Wikman, junto con el científico Alexander Panossian, uno de los mayores expertos en plantas adaptógenas, han desarrollado productos líderes en el mercado, por ejemplo: KanJang® (Resiliens® Cold), el producto más utilizado en Suecia contra resfriados y gripes, SHR-5 (Resiliens® Rodiola) el producto de rodiola más estudiado y referente en su categoría y ADAPT-232 (Resiliens® Vitalidad), una sinergia entre tres plantas adaptógenas desarrollado para el agotamiento y la fatiga física y mental.
Referencias bibliográficas
1. Panossian & Wagner. HerbalGram, 2011. 90: 53-63.
2. European Medicines Agency. Committee on Herbal Medicinal Products. Reflection Paper on the Adaptogenic Concept. Doc. Ref. EMEA/HMPC/102655/2007
3. Panossian et al. Frontiers in Neuroscience, 2012. 6(6):1-12.
4. Asea, Kaur, Panossian & Wikman. Phytomedicine, 2013 Nov 15;20(14):1323-9.
5. Aslanyan et al. Phytomedicine 17 (2010) 494–499.
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