Frías, Esther; Costa; María
Comunicación en el 13º Congreso de Fitoterapia de SEFIT. Barcelona, 6-9 de noviembre de 2025
Los disruptores endocrinos (DE) son compuestos exógenos, generalmente contaminantes ambientales, capaces de alterar el sistema endocrino y generar efectos nocivos para la salud. Esta definición, establecida por la OMS, pone el acento en la toxicidad y no en la capacidad de modular hormonas. Algunas drogas vegetales presentan metabolitos con actividad estrogénica, progestagénica o moduladora de receptores hormonales. Estos efectos pueden resultar beneficiosos, empleados con fines terapéuticos y en dosis controladas.
En los últimos años, se ha puesto especial atención mediática en los aceites esenciales de lavanda y árbol de té, señalados como posibles DE por su actividad in vitro o por casos clínicos aislados. Por ello, resulta pertinente analizar críticamente si la evidencia disponible justifica catalogar a estos aceites esenciales como DE, o si se trata más bien de un uso inadecuado del término.
Objetivos:
– Revisar la evidencia científica sobre la posible actividad endocrina de los aceites esenciales de lavanda y árbol de té.
– Evaluar la solidez de los estudios disponibles.
Metodología:
– Revisión bibliográfica (2000-2025).
– nclusión de artículos con datos sobre actividad hormonal y seguridad.
– Análisis crítico de limitaciones metodológicas y relevancia clínica.
Resultados: Los primeros casos clínicos (Henley et al., 2007) describieron ginecomastia prepuberal tras uso tópico de productos con aceites esenciales de lavanda y árbol de té. Ensayos in vitro han mostrado actividad estrogénica y antiandrogénica, aunque sin demostrar un efecto clínico directo. La revisión sistemática de Hawkins et al. (2020) concluyó que la evidencia clínica pediátrica era débil y con limitaciones. Posteriormente, Fouyet et al. (2022) evidenciaron efectos endocrinos y toxicidad placentaria de algunos aceites esenciales en modelos celulares, sin extrapolación clara a humanos. Concluyendo, además, la importancia de valorar los aceites esenciales como mezclas complejas en lugar de por sus moléculas aisladas. Finalmente, el estudio de Hawkins et al. (2022) evaluó la prevalencia de trastornos endocrinos en niños expuestos a lavanda o árbol de té y no encontró asociación significativa.
Conclusiones: No hay evidencia sólida para afirmar que los aceites esenciales de lavanda o árbol de té actúen como DE en humanos. Los casos reportados y los estudios experimentales son limitados o poco concluyentes, y no justifican catalogarlos como peligros hormonales.
Referencias: Fouyet S, et al. Curr Issues Mol Biol. 2022;44(7):2794-810. Hawkins J, et al. Complement Ther Med. 2020;49:102288. Hawkins J, et al. Int J Pediatr Adolesc Med. 2022;9(2):117-24. Henley DV, et al. N Engl J Med. 2007;356(5):479-85. Plante I, et al. Environ Res. 2021;200:111351. Predieri B et al. Int J Mol Sci. 2021;22(24):13718. Rahimlou M, et al. Diabetol Metab Syndr. 2024;16(1):46. Tang ZR et al. Int J Mol Sci. 2020;21(4):1519. Warkentin S, et al. Environ Int. 2025;193:108214. World Health Organization. Geneva: WHO; 2002.


