Plácido Llaneza
Ginecólogo, Presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), Oviedo
La obesidad es una enfermedad metabólica cuya prevalencia ha ido en aumento durante los últimos años constituyendo en la actualidad un problema sanitario en muchos países industrializados, es más prevalente en las mujeres que en los hombres y se prevé que la prevalencia de obesidad en las mujeres españolas será del 21% en los próximos años.
Muchas mujeres acostumbran a relacionar la llegada de la menopausia con una tendencia a ganar peso y parece existir una tendencia al aumento del peso alrededor de la menopausia, pero se cree que esta más en relación con el proceso de envejecimiento que con los cambios hormonales. Sin embargo, los cambios hormonales asociados con la menopausia sí que ocasionan una predisposición para adoptar un patrón de androide de distribución de la grasa después de la menopausia, incrementando la prevalencia de obesidad abdominal en la mujer.
El aumento de grasa a nivel central suele asociares a cambios en la homeostasis de la glucosa, en el perfil lipídico y en la tensión arterial constituyendo la base del denominado Síndrome Metabólico (SM). Actualmente, se considera al SM como un conjunto de alteraciones fisiológicas, bioquímicas, clínicas y metabólicas que incrementan el riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes mellitus y la mortalidad por todas las causas; además, algunos síntomas posmenopáusicos parecen ser más severos en las mujeres posmenopáusicas con SM y obesidad abdominal.
Para el manejo del SM es esencial considerar los cambios en el estilo de vida ajustándose a una dieta saludable e incrementando el ejercicio físico, a la vez que se intenta regular las diferentes alteraciones metabólicas. Las dietas vegetarianas con inclusión de soja y diversos metabolitos bioactivos de plantas, pueden ayudar en el control del SM en la mujer postmenopáusica.
Comunicación presentada en el 8º Congreso de Fitoterapia de SEFIT, Zaragoza 2015